Según relata la popular leyenda, la hija del alcaide de la localidad vecina de Archidona, Tazgona, y Tello, un muchacho cristiano, se enamoraron perdidamente, pero tuvieron que mantener su relación en secreto debido a la diferencia de raza y credo. Al ser descubiertos por el padre de ella, Tello fue apresado y mandado ejecutar, aunque Tazgona consiguió liberarlo a tiempo. Ambos huyeron y se ocultaron en una cueva de la Peña de los Enamorados, pero al ver que los guardias del alcaide se aproximaban para capturarlos, la joven pareja decidió sellar su amor para siempre arrojándose al vacío.